416.600 € de indemnización por negligencia médica que dejó ciega a una niña
La negligencia médica en casos de disfunción valvular ocurre cuando no se diagnostica a tiempo o se aplica un tratamiento inadecuado, lo que puede derivar en insuficiencia cardíaca, complicaciones graves como ceguera, o la necesidad de intervenciones más agresivas. En el presente tema, la Administración sanitaria ha sido condenada a pagar una indemnización de 416.600 euros a la familia de una niña que quedó ciega como consecuencia de un retraso en el diagnóstico de un cuadro de disfunción valvular, patología que presentaba la menor, así como a la demora en la aplicación del tratamiento quirúrgico oportuno por parte del Servicio de Neurocirugía de un Hospital de Granada.
La importancia de un diagnóstico precoz en patologías graves
Este caso pone en evidencia la necesidad de un diagnóstico precoz en patologías graves como la disfunción valvular. En este tipo de afecciones, cualquier retraso en la detección y tratamiento puede provocar daños irreversibles. En el caso de la niña, la tardanza en diagnosticar y tratar su disfunción valvular provocó que perdiera la visión de manera permanente.
Según los protocolos médicos establecidos, cuando se detecta una disfunción en una válvula de derivación, se debe actuar de inmediato para evitar el aumento de la presión intracraneal, que puede causar daños graves, como la ceguera. El cumplimiento de estos protocolos es fundamental para evitar secuelas permanentes en los pacientes, sobre todo en niños.
Falta de cumplimiento de los protocolos médicos
La negligencia médica en este caso se debió, en parte, a la falta de adherencia a los protocolos clínicos para el manejo de disfunciones valvulares. Estos protocolos exigen un monitoreo riguroso de los síntomas y la realización de pruebas diagnósticas inmediatas para confirmar el problema y proceder con la cirugía necesaria. Sin embargo, la demora en la intervención quirúrgica en el Hospital derivó en una lesión irreversible.
El despacho Castillo-Calvín Abogados, que representó a la familia, demostró que, de haber seguido los protocolos clínicos, la intervención temprana hubiera evitado el daño visual que sufrió la menor. Este hecho resalta la importancia de que el personal médico siga de manera rigurosa los procedimientos médicos establecidos.
Indemnización por daños físicos y morales
La indemnización de 416.600 euros concedida por el SAS cubre la pérdida total de visión de la niña, una incapacidad permanente absoluta, y el daño moral causado tanto a la menor como a su familia. Esta cuantía ha sido calculada conforme al baremo de accidentes de tráfico, normativa comúnmente utilizada para la valoración de daños en casos de responsabilidad civil.
Este fallo no solo reconoce el impacto devastador de la negligencia, sino que también enfatiza la importancia de que los servicios médicos cumplan con los protocolos clínicos para prevenir daños graves e irreversibles.
Diagnóstico precoz y protocolos médicos: elementos clave en la atención sanitaria
Este caso pone de relieve la importancia del diagnóstico precoz y el cumplimiento de los protocolos médicos. La negligencia por parte del Servicio de Neurocirugía del Hospital Virgen de las Nieves no solo derivó en la pérdida de visión de la niña, sino que también evidenció cómo la falta de seguimiento adecuado a los protocolos puede tener consecuencias catastróficas.
El SAS ha reconocido su responsabilidad al aceptar la reclamación patrimonial de la familia, dejando claro que, de haberse actuado a tiempo, la niña no habría sufrido ceguera. Este fallo subraya la importancia de que los profesionales de la salud sigan de manera estricta los protocolos médicos establecidos, para garantizar la seguridad de los pacientes y evitar daños irreparables.
Los protocolos médicos existen precisamente para ofrecer una guía clara y estructurada a los profesionales, permitiendo una rápida actuación en casos graves como el que afectó a esta menor. Su cumplimiento es fundamental para prevenir resultados adversos que puedan comprometer la vida y bienestar de los pacientes.
En casos de negligencia médica en oftalmología, los tribunales deben evaluar si el profesional de la salud actuó con la debida diligencia o si, por el contrario, su falta de actuación privó al paciente de recibir una atención oftalmológica oportuna y adecuada. Esto incluye casos en los que un diagnóstico tardío, un tratamiento inadecuado o errores en procedimientos quirúrgicos oculares pudieron haber comprometido la visión o la salud ocular del paciente.
Contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencias médicas puede marcar una diferencia significativa en el resultado del caso. La complejidad de los procedimientos legales y la naturaleza técnica de la medicina requieren que las víctimas tengan el respaldo de un profesional experimentado que entienda tanto la ley como los aspectos específicos de la práctica oftalmológica. Un abogado experto en casos de error médico puede ayudar a las víctimas a superar el intrincado terreno legal, asegurando que se cumplan todos los pasos necesarios para presentar una reclamación efectiva y fundamentada.
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