Dejan ciega a una paciente al no tratar un desprendimiento de retina

la dejaron ciega por negligencia médica
la dejaron ciega por negligencia médica

La negligencia médica en casos de desprendimiento de retina ocurre cuando no se diagnostica o trata a tiempo, lo que puede provocar pérdida irreversible de la visión, especialmente si no se actúa con urgencia, como ocurrió en este caso en que la paciente acudió al servicio de urgencias del hospital al sentir pinchazos y destellos en el ojo derecho. Una vez allí, se le diagnosticó un desprendimiento de retina, por lo que fue citada dos días después para intervenirla de urgencia. Sin embargo, llegado el día, le informaron que no iba a poder ser operada, retrasando la cita para una semana después. Esta demora agravó las consecuencias del desprendimiento.

Retraso en el tratamiento del desprendimiento de retina

El SAS admitió que la demora en la primera operación supuso un riesgo innecesario para la paciente. Este retraso, sumado a la necesidad de una segunda intervención que también fue pospuesta, resultó en un deterioro grave e irreversible de la condición del ojo afectado.

Después de la primera cirugía, los médicos programaron una vitrectomía, que se aplazó cuarenta días. Durante este tiempo, la paciente experimentó un empeoramiento significativo de su estado, sufriendo una hemorragia vítrea que provocó la pérdida total y definitiva de la visión del ojo derecho. La situación se agrava aún más, ya que los dolores intensos y derrames oculares persistentes obligaron a los especialistas a extirpar el ojo meses después.

La acumulación de retrasos en ambas intervenciones dejó claro que la actuación médica no era la adecuada, especialmente tratándose de un caso de desprendimiento de retina, donde la celeridad era crucial para preservar la visión.

En este caso, la falta de urgencia en la actuación médica fue determinante para el desenlace desfavorable. La demora no solo provocó una pérdida de visión irreversible, sino que también afectó la calidad de vida del paciente, generando un deterioro físico y emocional significativo.

Reclamación patrimonial contra la Administración

El abogado José Miguel Castillo-Calvín, en representación de la paciente, interpuso una reclamación patrimonial contra el SAS, alegando que la demora en la atención médica fue la causa directa de las graves secuelas sufridas. La reclamación se basa en el principio de responsabilidad de la administración sanitaria de ofrecer una atención diligente y oportuna. En este contexto, el retraso injustificado en ambas intervenciones se demostró un funcionamiento anormal del servicio público de salud .

El SAS reconoció que el plazo de cuarenta días de espera para la vitrectomía fue excesivo y perjudicial para la salud de la paciente. Según sus propias conclusiones, una intervención más rápida habría aumentado las posibilidades de lograr un resultado anatómico y funcional favorable. En consecuencia, el SAS decidió indemnizar a la afectada con 88.302 euros por las secuelas físicas, psicológicas y estéticas derivadas de la pérdida de visión.

El principio de responsabilidad patrimonial de la administración sanitaria está recogido en el ordenamiento jurídico español, y se basa en el derecho de los ciudadanos a ser compensados ​​por los daños sufridos como consecuencia del funcionamiento deficiente de los servicios públicos. Este derecho está consagrado en la Constitución Española, concretamente en su artículo 106.2, y se desarrolla en la Ley 40/2015. La normativa establece que para que exista responsabilidad patrimonial, deben concurrir varios elementos: un daño efectivo, evaluable económicamente e individualizable; que el daño sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos; y que no existe una causa de fuerza mayor que exima a la administración de su responsabilidad.

La responsabilidad patrimonial es, en última instancia, una herramienta para garantizar que los ciudadanos no queden desamparados ante los fallos de los servicios públicos.

En el caso en cuestión, la demora en la atención oftalmológica no solo provocó un daño irreparable a la salud de la paciente, sino que además fue reconocida por el propio SAS como una deficiencia en la prestación del servicio sanitario , lo que abrió la puerta a la indemnización. La aceptación de esta responsabilidad por parte de SAS es fundamental, ya que evita la necesidad de llevar el caso a un litigio más prolongado, y sienta un precedente sobre la importancia de la celeridad en casos similares.

Diagnóstico precoz en oftalmología

El desprendimiento de retina es una condición oftalmológica crítica que requiere intervención quirúrgica inmediata. La retina es una capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo, y su desprendimiento impide que las células fotorreceptoras funcionen correctamente. Si no se interviene con rapidez, el daño puede ser irreversible y resultar en pérdida permanente de la visión. Cada hora cuenta, y un diagnóstico rápido seguido de una cirugía inmediata es vital para preservar la vista del paciente.

La situación del paciente ilustra de manera trágica los riesgos asociados a la demora en el tratamiento de emergencias oftalmológicas, como el desprendimiento de retina. Esta condición, que puede presentarse con síntomas como destellos, manchas flotantes y pérdida parcial de la visión, requiere una intervención quirúrgica inmediata para restablecer la retina en su lugar y prevenir daños permanentes.

Diversos estudios médicos han demostrado que los primeros días, e incluso las primeras horas, son cruciales para maximizar las posibilidades de éxito en el tratamiento. La espera prolongada, como ocurrió en este caso, puede hacer que las células de la retina sufran daños irreversibles debido a la falta de oxígeno y nutrientes, haciendo que la recuperación de la visión sea prácticamente imposible. Este es el motivo por el cual la gestión eficiente de los recursos hospitalarios y la correcta priorización de intervenciones quirúrgicas resultan esenciales para garantizar la calidad del servicio sanitario .

Repercusiones psicológicas y sociales de la pérdida de visión

La pérdida de visión, especialmente cuando es el resultado de una negligencia médica, no solo tiene consecuencias físicas , sino también un impacto profundo en la salud mental y la calidad de vida de los afectados. Las personas que experimentan la ceguera arrepentida suelen enfrentar desafíos como la depresión, ansiedad y aislamiento social , además de tener que adaptarse a una nueva realidad en la que sus actividades diarias, su trabajo y sus relaciones personales pueden verse gravemente afectadas.

En el caso de esta paciente, la situación se agravó por el hecho de que la pérdida de visión fue definitiva y el ojo tuvo que ser finalmente extirpado, lo que añade una dimensión estética y psicológica que no puede pasarse por alto. La indemnización concedida, aunque intenta compensar estas pérdidas, difícilmente puede reparar el daño emocional sufrido por el paciente. Este tipo de situaciones subraya la necesidad de ofrecer apoyo psicológico integral a los pacientes que sufren consecuencias adversas por errores o negligencias médicas.

En casos de negligencia médica en oftalmología, los tribunales deben evaluar si el profesional de la salud actuó con la debida diligencia o si, por el contrario, su falta de actuación privó al paciente de recibir una atención oftalmológica oportuna y adecuada. Esto incluye casos en los que un diagnóstico tardío, un tratamiento inadecuado o errores en procedimientos quirúrgicos oculares pudieron haber comprometido la visión o la salud ocular del paciente.

Contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencias médicas puede marcar una diferencia significativa en el resultado del caso. La complejidad de los procedimientos legales y la naturaleza técnica de la medicina requieren que las víctimas tengan el respaldo de un profesional experimentado que entienda tanto la ley como los aspectos específicos de la práctica oftalmológica. Un abogado experto en casos de error médico puede ayudar a las víctimas a superar el intrincado terreno legal, asegurando que se cumplan todos los pasos necesarios para presentar una reclamación efectiva y fundamentada.

Si ha experimentado complicaciones en tratamientos oculares, problemas de visión derivados de cirugías oculares o consideras que hubo errores, omisiones o retrasos en el diagnóstico o tratamiento oftalmológico debido a una posible negligencia médica, en nuestro despacho de abogados ponemos a su disposición más de 30 años de experiencia en la gestión de reclamaciones por responsabilidad patrimonial y negligencia médica. Nuestro equipo legal cuenta con la experiencia y el compromiso necesarios para asesorarle de manera profesional, investigando a fondo su caso y defendiendo sus derechos para obtener la indemnización que le corresponde. No dude en contactarnos para una consulta inicial y analizar juntos cómo le podemos apoyar y acompañar en este proceso.

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