Indemnización de 30.000 € por negligencia médica en el tratamiento de diabetes

Falta de diagnóstico y tratamiento de la diabetes

El paciente acudió a Urgencias en el contexto de una depresión. Recibió asistencia psiquiátrica y se le realizó una analítica. Horas más tarde recibió el alta. En el informe que se le entregó se hizo constar: "hemograma, BQ y coagulación normales". Posteriormente acudió a Urgencias del mismo centro por parestesias en ambos pies y manos con un mes de evolución. Tras varias pruebas, el diagnóstico fue: "Polineuropatía mixta de predominio sensitivo y axonal en probable relación con diabetes mellitus".

Pasado un tiempo le dieron nueva cita con el Servicio de Medicina Interna para revisión. Durante la anamnesis el médico comprobó a través del sistema informático, que años atrás le habían hecho una analítica que reflejaba una glucemia de 300 mg/dl. Se repitió hora más tarde con un resultado también patológico y sin respuesta terapéutica alguna, según constaba en la historia clínica.

El enfermo siguió con su vida normal ante el desconocimiento de la hiperglucemia que padecía, con un descontrol metabólico mantenido a lo largo de los años sin tratamiento alguno. Esto agravó su estado de salud, al impedirle recibir la atención y cuidados que su enfermedad requería hasta que fue demasiado tarde para revertir las complicaciones derivadas de la diabetes.

Cuando finalmente se tomaron medidas para controlar los niveles de glucosa en sangre, el daño ya era irreversible. La historia clínica muestra que, una vez aplicado el tratamiento, los niveles de glucemia se normalizaron, pero las secuelas, principalmente la polineuropatía, ya se habían establecido. Actualmente, el paciente solo puede optar a tratamientos paliativos para el dolor, ya que no existe cura para su estado avanzado.

Incumplimiento de la obligación de informar al paciente

El derecho a ser informado es fundamental para que los pacientes puedan tomar decisiones sobre su tratamiento. En este caso, los servicios sanitarios no cumplieron con su obligación de comunicar al paciente su diagnóstico de diabetes ni los riesgos que implicaba su condición. Esta omisión vulnera lo establecido en la Ley 41/2002, reguladora de la autonomía del paciente, que garantiza el acceso a una información veraz y comprensible sobre el estado de salud.

En este caso, la falta de información privó al enfermo de la posibilidad de adoptar medidas preventivas y de recibir el tratamiento adecuado para evitar complicaciones. El incumplimiento de este deber de información constituye una infracción de la lex artis ad hoc, lo que genera una clara responsabilidad patrimonial de la Administración.

Indemnización de 30.000 euros

El despacho de abogados Castillo-Calvín, especializado en derecho sanitario, presentó una reclamación patrimonial en nombre del paciente. La resolución que estimó dicha reclamación subraya que la falta de información fue un factor decisivo en la evolución negativa de la enfermedad.

La resolución destaca que la polineuropatía diabética que ahora sufre el paciente es una consecuencia directa del descontrol metabólico mantenido a lo largo de los años sin tratamiento alguno. Esta afección, que se caracteriza por el daño a los nervios periféricos, es una de las complicaciones más graves de la diabetes no controlada, generando dolor crónico y dificultades motoras. En este sentido, el fallo señala que la negligencia médica fue determinante en la aparición de esta secuela.

La resolución indica que, en la evaluación realizada en el Servicio de Urgencias, ya se observaba una hiperglucemia que no fue tratada ni notificada al paciente. En lugar de abordar la alteración metabólica, se consideró que los valores eran normales, lo que agravó la situación. El fallo concluye que: "No se proporcionó al paciente ni a su familia información adecuada sobre la hiperglucemia detectada en las analíticas, que fue erróneamente interpretada como normal."

La importancia de una atención médica diligente

Este caso subraya la necesidad de una atención médica diligente y de la información clara y oportuna a los pacientes. Las enfermedades crónicas, como la diabetes, requieren un seguimiento continuo y un control riguroso de los niveles metabólicos para evitar complicaciones graves. La omisión de estos cuidados puede tener consecuencias irreparables para la salud de los pacientes, como ha ocurrido en este caso.

La indemnización de 30.000 euros es una compensación por los daños sufridos, aunque no puede revertir el deterioro irreversible de la salud del paciente. La falta de diagnóstico y la ausencia de información derivaron en una negligencia médica prolongada que afectó directamente a su calidad de vida, exponiéndolo a una complicación severa que podría haberse evitado con un tratamiento adecuado.

La negligencia médica en casos de diabetes ocurre cuando no se realiza un control adecuado, se prescribe un tratamiento erróneo o se ignoran complicaciones, lo que puede provocar graves daños en la salud del paciente, como insuficiencia renal, pérdida de visión o amputaciones. En el presente caso, la resolución dictada admite que no existió control por parte del médico de familia al no comunicar al paciente que padecía durante varios años una hiperglucemia de la que no fue tratado, provocándole secuelas incapacitantes derivadas de la diabetes, por lo que le indemniza con 30.000 euros.

El propósito de una reclamación no es solo obtener una compensación justa para el paciente afectado, sino también mejorar los estándares de calidad en la atención médica. Las reclamaciones por negligencias médicas pueden motivar a los centros de salud y a los profesionales a ser más cuidadosos y responsables en sus diagnósticos y tratamientos, reduciendo así el riesgo de errores similares en el futuro y promoviendo una mejor atención para todos los pacientes.

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