49.000 € por una torsión de testículo no diagnosticada a tiempo

La pérdida del testículo del niño fue provocada por una negligencia médica

El Juzgado condena al hospital público al considerar que se produjo una negligencia médica, al no diagnosticar la torsión testicular que presentaba.

Los informes periciales acreditan que en las distintas fases de la asistencia sanitaria prestada no se controló debidamente el flujo sanguíneo. Esa falta de riego condicionó la isquemia del teste y sus lesiones evolutivas hasta la atrofia definitiva, pues se pudo revertir esa falta de riego antes de instaurarse el daño. Cuando el niño fue asistido en Urgencias ya presentaba síntomas de un cuadro clínico de escroto agudo.

En el tratamiento de la torsión testicular el factor tiempo es fundamental para conseguir salvar la función del testículo. La necrosis testicular comienza a ser irreversible a partir de las primeras 6 horas. Por ello, el síndrome escrotal agudo es una urgencia urológica, considerado como una emergencia quirúrgica, pues la torsión del testículo lleva aparejada la interrupción de la circulación y, por tanto, la producción de una isquemia y la necrosis con la pérdida irreversible del órgano.

Ante la más mínima duda sobre la posible existencia de una torsión testicular, el médico debe realizar una exploración quirúrgica, que permita en el mismo acto resolver el problema
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